El hallazgo de una mariposa con una ala rota ha permitido a Kristian, un aficionado de la entomología, encontrar una nueva especie en la Comunidad de Madrid tras 200 años de búsqueda: la Callophrys avis, conocida comúnmente como ‘cejirrubia’.

El descubrimiento se produjo de una forma accidental porque “la mariposa no podía volar y casualmente pasaba por allí nuestro compañero Kristian Leahy, que la fotografió sin percatarse de que era una especie nueva”, ha explicado a EFE Juan Carlos Arranz, miembro de la junta directiva de la Asociación Española para la protección de las Mariposas y su Medio (Zerynthia).

Se trata de una especie “arborícola”, “tan pequeña que pasa desapercibida”, de color verde como las hojas del madroño, que llega a mimetizarse con ellas y sólo se aprecia cuando levanta el vuelo, por lo que hay que coincidir en ese preciso momento para divisarla.

El punto más cercano a Madrid en el que se han avistado “cejirrubias” se encuentra a “unos 120 kilómetros en línea recta”, el Valle del Tiétar en Ávila o Toledo, mientras en el centro peninsular no existían citas de su registro.

Pertenece a la familia de los licénidos

Este insecto, que mide tres centímetros con las alas abiertas, pertenece a la familia de los licénidos y, en el caso de Madrid, eleva a 149 el número de especies descubiertas y a 47 las que pertenecen a esta tipología.

Hay otra mariposa “muy similar” a la descubierta -la Callophrys rubi o “cejialba”– y lo único que distingue a una de otra es el halo del ojo, dado que una de ellas lo tiene blanco -la “cejialba”– y la otra de un color pardo rojizo, como si estuviese “oxidado”.

Una aparición “sorprendente” 

Según este investigador, Madrid es uno de los territorios mejor estudiados y muestreados de toda España, por lo que la aparición de nuevas especies en un lugar tan explorado y el hecho de que hayan pasado desapercibidas es “sorprendente”.

A nivel ibérico no es una especie amenazada o en peligro de extinción porque hay muchas poblaciones repartidas por la costa levantina, en Andalucía o Extremadura, pero en el caso de Madrid sólo se conocía un ejemplar”, ha señalado el entomólogo.

Por ello, su asociación pide que la Administración la incluya dentro del Catálogo de Especies Amenazadas en esta Comunidad, dado que hay mariposas que son más comunes que sí aparecen y la “cejirrubia” u otras más raras, no.

Ciclo de vida: “sólo vuela durante 15 días”

El ciclo de vida de esta especie es “muy corto” porque sólo vuela durante 15 días en los meses de abril y mayo: en primavera la hembra pone los huevos, a los pocos días salen las orugas, en menos de un mes se produce la crisálida y en este estado permanece diez u once meses hasta que nace.

Su hábitat corresponde a un ambiente mediterráneo y se localiza en aquellos lugares en los que hay madroños: la costa atlántica, la andaluza y la levantina hasta Cataluña.

Desde Zerynthia proponen la creación de una red de microrreservas en toda España para la protección de poblaciones muy escasas de mariposas para que no desaparezcan de la mano del hombre como sucede en Gran Bretaña con la iniciativa “Butterfly Conservation”.

EFEverde

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