Las reservas naturales no sólo son útiles para conservar la biodiversidad sino que «hemos demostrado que generan beneficios socioeconómicos muy importantes para las comunidades donde existen figuras de protección ambiental», ha asegurado a Efeverde Carles Castell, presidente de Europarc España.

Esta organización es la sección española de la federación paneuropea Europarc, creada en 1973 para gestionar las áreas protegidas y la defensa de la naturaleza a través de instituciones de 39 países; sólo en el caso de España abarca más de 1.800 áreas protegidas desplegadas sobre más de 7 millones de hectáreas.

Como marco de referencia formal, la sección existe oficialmente desde 1993, pero “España empezó a colaborar con la federación prácticamente desde su misma creación, a través de las administraciones entonces responsables de áreas protegidas”.

Entre sus objetivos estratégicos figuran la actuación como observatorio de la situación actual de estos espacios en todo el Estado español, así como facilitar el intercambio y difusión de información entre los responsables de los mismos y promover la profesionalización y cualificación del personal que se encarga de ellos.

Sin embargo, en los últimos años “hemos empezado a transmitir y comunicar a la sociedad los valores de las áreas protegidas con iniciativas como el Día Europeo de los Parques“ a través de actividades lúdicas o educativas y también con la publicación de sus anuarios que contienen “un registro fiel del estado de salud de los parques españoles, con cifras de superficie, gestión, etc., haciendo un camino muy paralelo al de las redes de parques”.

Red Natura 2000

Los miembros de Europarc España son administraciones públicas, las mismas que se responsabilizan de proyectos tan importantes como la Red Natura 2000, un tejido de protección europeo “sobre el cual se superponen otras figuras de gestión de carácter autonómico o nacional como el parque natural, el monumento de interés, etcétera”.

La “inmensa mayoría de ellas, en torno a un 95 %, son también Red Natura 2000, un proyecto sobre el cual esta organización ha trabajado “muchísimo” tanto desde el punto de vista técnico como de comunicación.

De hecho, una de las principales claves de su trabajo actual es “explicar a las personas que viven dentro o cerca de la Red Natura 2000 que hablamos de un espacio para la conservación pero también para el desarrollo…, porque ambas son perfectamente compatibles”.

Un ejemplo de ello son las reservas marinas en puntos de la costa gallega, mediterránea o andaluza, por ejemplo, donde las reservas pesqueras funcionan “más allá de como espacio para la conservación de la biodiversidad, como lugar de cría y refugio de especies que luego son de interés comercial”, pues las capturas de pesca se han incrementado fuera de estas reservas gracias a su existencia.

ESPARC

Los próximos proyectos e iniciativas de la federación se tratarán a fondo en ESPARC 2016, su congreso anual, que este año se celebrará entre el 7 y el 10 de junio en la localidad alavesa de Laguardia, con la colaboración de la Diputación Foral de Álava, el departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco y la Agencia Vasca de Turismo, BasqueTour.

“Hace unos días tuvimos precisamente una reunión de nuestra asamblea general, el órgano máximo de decisiones, entre otras cosas para cerrar los grandes temas del congreso”, que se estructurará de acuerdo con el patrón de encuentros precedentes.

Unos 200 gestores de áreas protegidas se darán cita en Laguardia para intercambiar experiencias y conocimientos, identificar desafíos comunes y tratar de mejorar su campo de actuación a través de tres vías.

Por un lado, ESPARC 2016 contará con “grandes presentaciones marco de personas con experiencia” y, por otro, “permitirá un contacto directo con el lugar donde se desarrollará el congreso con visitas técnicas a áreas protegidas locales”, sin olvidar “los talleres de trabajo que los técnicos que acuden valoran muchísimo” y que permiten “acabar con recomendaciones y propuestas que se materializarán en iniciativas posteriores al congreso”.

La labor de Europarc abarca incluso aspectos como los conocidos como valores inmateriales que van más allá de lo económico: aspectos vinculados a la identidad de unas comunidades con un espacio, simbolismo o paisaje “que se traducen en beneficios como el silencio o la belleza…, intangibles que es complicado poner de manifiesto y gestionar”.

Sin embargo, “nos hemos dado cuenta de lo relativamente fácil que es encontrar alianzas en temas como éstos con colectivos también interesados y de los que en un primer momento pareciera que estamos alejados” porque van más allá de la conservación de especies y hábitats, por lo que ya hay varias iniciativas en marcha.

Efeverde

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